¿El consumir insectos puede representar algún riesgo para la salud?
Feb 16, 2022
¿Por qué consumir insectos?
M.C. Alexandro Escobar Ortiz
Ingeniero agroindustrial de profesión con una Maestría en Ciencia y Tecnología de los Alimentos y actualmente candidato a Doctor en Ciencias de los Alimentos. Sus áreas de especialización consisten en el estudio de los efectos benéficos del consumo de los insectos sobre la microbiota intestinal, el efecto de alimentos nutracéuticos en enfermedades metabólicas y la extracción de compuestos de alto valor agregado para su aprovechamiento industrial.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en el año 2050 se proyecta una población mundial de 10 mil millones de personas, por lo que el sistema alimentario mundial enfrenta el desafío de producir más alimentos de manera sostenible.
Una posible solución a esta problemática es el consumo de insectos, debido a que contienen una serie de propiedades nutritivas excepcionales. Además, la producción de insectos tiene un menor impacto en el medio ambiente comparado con otras fuentes de proteína animal, incluidas menor emisión de gases de efecto invernadero, menor consumo de agua, y menor uso de extensión de tierra, debido a que pueden cultivarse en espacios más pequeños y de manera vertical.
El consumo de insectos se remonta desde tiempos antiguos y ha formado parte importante de la alimentación de algunos grupos étnicos. Se estima que al menos 2,111 especies de insectos alrededor del mundo son parte de la dieta humana.
Pese a todas las ventajas que conlleva incluir insectos en la dieta respecto a fuentes convencionales de proteína, existe cierto rechazo a su consumo en varios grupos de la población, debido a que el consumir insectos puede ser asociado como algo antihigiénico o peligroso.Debido a lo anterior, un cuestionamiento razonable es: ¿Realmente el consumo de insectos puede representar algún riesgo para la salud? y si los hay, ¿cuáles son las maneras más efectivas de disminuir el riesgo asociado a su consumo?
Al igual que en el ganado y en las aves, en los insectos comestibles existe un gran número de microorganismos y de compuestos que, sin el tratamiento adecuado, al ser consumidos pueden ser perjudiciales para la salud. Sin embargo, con un tratamiento adecuado, el consumo de insectos es igual de seguro que consumir res o pollo.
En México, en algunas zonas rurales del país el consumo de insectos sigue siendo extendido. En dichas zonas, los insectos son recolectados en campos de cultivo o en áreas silvestres y son cocinados para su posterior consumo. Lo anterior puede representar un riesgo, ya que los insectos que son recolectados en ambientes no controlados pueden estar expuestos a contaminantes biológicos (Ej. bacterias, hongos, parásitos y virus), los cuales, si no se aplica un adecuado proceso de descontaminación, pueden generar enfermedades infecciosas para el ser humano. Otro aspecto importante son los contaminantes químicos (Ej. metales pesados, toxinas y plaguicidas), los cuales pueden ingresar a los insectos por medio del suelo, agua y alimento. En algunos casos los contaminantes químicos pueden acumularse en los insectos, representando también un riesgo tóxico en las personas que los consuman.
Una estrategia para limitar el riesgo de contaminantes químicos y biológicos es la crianza de los insectos en ambientes controlados y a escala industrial, en lugar de ser recolectados en el campo. El consumir insectos producidos de esta manera genera varias ventajas como:
- Mayor calidad de los insectos: En las granjas de insectos a escala industrial, se aplican sistemas como buenas prácticas, las cuales aseguran que, en todas las etapas del ciclo de vida del insecto, así como en su procesamiento y almacenamiento, se eviten contaminantes y estos sean seguros para su consumo.
- Control sobre la calidad del agua: En los sistemas de producción de insectos comestibles a nivel industrial, se aplican sistemas de purificación y tratamiento para asegurar que el agua que beben los insectos y la que se usa en las actividades de limpieza se encuentre libre de contaminantes.
- Control sobre el origen del alimento: Se buscan proveedores de alimentos que aseguren que los mismos se encuentren libres de contaminantes o elementos que puedan poner en riesgo la calidad y seguridad de los insectos.
Debido a lo anterior, si por las excelentes cualidades nutricionales de los insectos comestibles, es de interés incorporar los mismos en la dieta , es de relevancia seleccionar insectos que sean producidos en granjas a nivel industrial y muestren certificados que aseguren que su producto está libre de contaminantes que pongan en riesgo la salud del consumidor.
Referencias:
Approval of first insect as Novel Food (europa.eu) Fernandez-Cassi, X., Supeanu, A., Vaga, M., Jansson, A., Boqvist, S., & Vagsholm, I. (2019). The house cricket (Acheta domesticus) as a novel food: a risk profile. Journal of Insects as Food and Feed, 5(2), 137-157.
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¿El consumir insectos puede representar algún riesgo para la salud?
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¿Por qué consumir insectos?
M.C. Alexandro Escobar Ortiz
Ingeniero agroindustrial de profesión con una Maestría en Ciencia y Tecnología de los Alimentos y actualmente candidato a Doctor en Ciencias de los Alimentos. Sus áreas de especialización consisten en el estudio de los efectos benéficos del consumo de los insectos sobre la microbiota intestinal, el efecto de alimentos nutracéuticos en enfermedades metabólicas y la extracción de compuestos de alto valor agregado para su aprovechamiento industrial.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en el año 2050 se proyecta una población mundial de 10 mil millones de personas, por lo que el sistema alimentario mundial enfrenta el desafío de producir más alimentos de manera sostenible.
Una posible solución a esta problemática es el consumo de insectos, debido a que contienen una serie de propiedades nutritivas excepcionales. Además, la producción de insectos tiene un menor impacto en el medio ambiente comparado con otras fuentes de proteína animal, incluidas menor emisión de gases de efecto invernadero, menor consumo de agua, y menor uso de extensión de tierra, debido a que pueden cultivarse en espacios más pequeños y de manera vertical.
El consumo de insectos se remonta desde tiempos antiguos y ha formado parte importante de la alimentación de algunos grupos étnicos. Se estima que al menos 2,111 especies de insectos alrededor del mundo son parte de la dieta humana.
Pese a todas las ventajas que conlleva incluir insectos en la dieta respecto a fuentes convencionales de proteína, existe cierto rechazo a su consumo en varios grupos de la población, debido a que el consumir insectos puede ser asociado como algo antihigiénico o peligroso.Debido a lo anterior, un cuestionamiento razonable es: ¿Realmente el consumo de insectos puede representar algún riesgo para la salud? y si los hay, ¿cuáles son las maneras más efectivas de disminuir el riesgo asociado a su consumo?
Al igual que en el ganado y en las aves, en los insectos comestibles existe un gran número de microorganismos y de compuestos que, sin el tratamiento adecuado, al ser consumidos pueden ser perjudiciales para la salud. Sin embargo, con un tratamiento adecuado, el consumo de insectos es igual de seguro que consumir res o pollo.
En México, en algunas zonas rurales del país el consumo de insectos sigue siendo extendido. En dichas zonas, los insectos son recolectados en campos de cultivo o en áreas silvestres y son cocinados para su posterior consumo. Lo anterior puede representar un riesgo, ya que los insectos que son recolectados en ambientes no controlados pueden estar expuestos a contaminantes biológicos (Ej. bacterias, hongos, parásitos y virus), los cuales, si no se aplica un adecuado proceso de descontaminación, pueden generar enfermedades infecciosas para el ser humano. Otro aspecto importante son los contaminantes químicos (Ej. metales pesados, toxinas y plaguicidas), los cuales pueden ingresar a los insectos por medio del suelo, agua y alimento. En algunos casos los contaminantes químicos pueden acumularse en los insectos, representando también un riesgo tóxico en las personas que los consuman.
Una estrategia para limitar el riesgo de contaminantes químicos y biológicos es la crianza de los insectos en ambientes controlados y a escala industrial, en lugar de ser recolectados en el campo. El consumir insectos producidos de esta manera genera varias ventajas como:
- Mayor calidad de los insectos: En las granjas de insectos a escala industrial, se aplican sistemas como buenas prácticas, las cuales aseguran que, en todas las etapas del ciclo de vida del insecto, así como en su procesamiento y almacenamiento, se eviten contaminantes y estos sean seguros para su consumo.
- Control sobre la calidad del agua: En los sistemas de producción de insectos comestibles a nivel industrial, se aplican sistemas de purificación y tratamiento para asegurar que el agua que beben los insectos y la que se usa en las actividades de limpieza se encuentre libre de contaminantes.
- Control sobre el origen del alimento: Se buscan proveedores de alimentos que aseguren que los mismos se encuentren libres de contaminantes o elementos que puedan poner en riesgo la calidad y seguridad de los insectos.
Debido a lo anterior, si por las excelentes cualidades nutricionales de los insectos comestibles, es de interés incorporar los mismos en la dieta , es de relevancia seleccionar insectos que sean producidos en granjas a nivel industrial y muestren certificados que aseguren que su producto está libre de contaminantes que pongan en riesgo la salud del consumidor.
Referencias:
Approval of first insect as Novel Food (europa.eu) Fernandez-Cassi, X., Supeanu, A., Vaga, M., Jansson, A., Boqvist, S., & Vagsholm, I. (2019). The house cricket (Acheta domesticus) as a novel food: a risk profile. Journal of Insects as Food and Feed, 5(2), 137-157.
